Crónica ruta "en la frontera del año mil"

Os contamos nuestro recorrido por Soria.

El pasado día 29 recorrimos La Marca Media, situada entre los reinos cristianos del norte y el califato de Córdoba. Fue un lugar desértico y de roce bélico entre las dos culturas. Allí se construyeron fortalezas, pequeñas iglesias y se poblaron nuevos núcleos urbanos. Muchos de estos edificios milagrosamente todavía se conservan. Y esto es lo que vimos el sábado pasado.

Nuestro día comenzó con una visita guiada a la localidad de San Esteban de Gormaz, donde pudimos ver la iglesia de Santa María del Rivero y el templo románico de San Miguel de Gormaz del siglo XI, que fue la primera iglesia porticada de Castilla y León. Tras esta visita, fuimos a conocer una de las grandes joyas del arte mozárabe. Entrar por la sencilla puerta de la ermita de San Baudelio de Berlanga es asombrarse. La mezquitilla, la palmera, los programas iconográficos…Todo lo que sus muros acogen nos transportan a una época donde diferentes tribus y lenguas convivían. Gran parte de sus pinturas se pueden ver en el Museo del Prado, Metropolitan de Nueva York, Indianápolis, Boston y Cincinnati, debido a una truculenta historia de expolio. Pero afortunadamente, a unas horas de Madrid podemos tenemos la suerte de encontrar de una imponente palmera en el paisaje soriano.

Tras una reconfortante comida en El Burgo de Osma, visitamos su Catedral, que fue otra de las sorpresas con la que nos topamos en nuestra ruta por “la frontera del año mil”. La actual catedral gótica, con aportes de otros estilos, sustituyó a una anterior románica. Al entrar en ella, entre otras cosas, vemos su espectacular retablo del siglo XVI, en el que trabajaron Juan de Juni y Juan Picardo y dedicado a la vida de la virgen. En él reconocemos el estilo característico de Juni, que dota a las figuras de movimiento y gran corporalidad, mientras que Picardo denota un estilo más estático y ordenado.

A pocos kilómetros nos topamos con la última parada de la jornada. La iglesia de San Miguel de Gormaz, cuyos muros interiores están revestidos por frescos románicos confeccionados por los artífices de las pinturas de San Baudelio de Berlanga. Alzando la vista y subiendo un poco, se encuentra una fortaleza construida durante el Califato de Córdoba, que fue pieza clave de la defensa musulmana contra los reinos cristianos del norte. Terminamos el día con unas vistas increíbles.

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