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La ciudad de Chinon en Francia, es un destino turístico fascinante que ofrece una combinación perfecta de historia, paisaje y gastronomía. Esta ciudad medieval, en el corazón de la región de Loira, ha sido escenario de la historia francesa en múltiples ocasiones, y a día de hoy tiene un bucólico aspecto de pueblo de cuento de hadas, que te dejará enamorado de cada uno de sus rincones.
Aprovechando nuestro viaje a la región de Loira, queremos enseñarte algunas de las cosas que ver en Chinon (y que degustar), para que si viajas a esta ciudad, tengas la mejor de las experiencias. ¡Comenzamos!
Viajando en el tiempo a través de la historia de Chinon
El castillo Fortaleza real de Chinon
La historia de la ciudad se remonta a la Edad Media, cuando el Castillo de Chinon era una fortaleza imponente que desempeñaba un papel crucial en la historia de Francia. Primero perteneció al conde de Blois, para después pasar a la Casa Anjou, cuando Enrique II de Inglaterra lo tomo por la fuerza.
Volvería a manos francesas en el siglo XIII y sería escenario de la caída de los templarios, ya que entre sus muros algunos de los miembros de la orden fueron apresados por Felipe IV. Fue también en este castillo donde Juana de Arco se reunió con el entonces Delfín Carlos VII, un acontecimiento que cambió el rumbo de la Guerra de los Cien Años. Y este rey francés, también le dio uso como prisión.
Entre sus paredes encontrarás estas historias que te hemos contado y muchas más, además de que desde él podrás ver las mejores vistas de toda la ciudad. Su imponente aspecto exterior, jalonado por murallas defensivas, nos da hoy en día una pista de lo truculento de su historia.
Para visitarlo puedes comprar las entradas en su página web.
Calles medievales para perderse
Cuando las veas, coincidirás con nosotros en que las calles de Chinon parecen sacadas de otra época. Conservan ese encanto de la Edad Media entre sus adoquines y sus casas de madera, que te permiten sentir que estás en otro momento diferente de la historia.
Entre ellas puedes encontrar la Iglesia de Sant Maurice, que fue reconstruida en el siglo XII y tiene algunos elementos góticos en su construcción, como el coro o las capillas que se mezclan con el estilo renacentista que se añade a posteriori. Aunque esta no es la única iglesia de Chinon, la iglesia de Saint Étienne, también es una edificación religiosa que no debes perderte, ya que es un ejemplo del gótico flamígero de finales de este estilo. Ambas conservan esa estética que tiene el resto de la ciudad, que parece anclada en tiempos medievales.
El Paisaje de Chinon: Belleza Natural en Cada Rincón
Chinon está situado en el valle del río Vienne, lo que le otorga un paisaje impresionante en todas direcciones. Los viñedos que rodean la ciudad producen algunos de los mejores vinos de la región, lo que convierte a Chinon en un destino imperdible para los amantes del enoturismo. Entre sus bodegas más destacadas tenemos a Château de la Grille, que puedes visitar, el Château de Minière que también cuenta con visitas, o Domaine Bredif. Todos ellos lugares que parecen sacados de una película de época francesa.
Como parte de este verde paisaje, también se pueden visitar las Cuevas Painctes, bajo el castillo de Chinon, que son unos túneles que se reconvirtieron en bodegas en el siglo XV, pero que hasta entonces fueron canteras.
La Gastronomía de Chinon: Sabores que Deleitan el Paladar
La gastronomía de Chinon es tan fascinante como su historia y paisaje. Los restaurantes locales ofrecen una amplia variedad de platos tradicionales, con ingredientes frescos y sabores auténticos como los Matelote d’anguilles, los chicharrones de Touraine o la crêmet de Anjou.
Esta zona es también conocida por sus quesos de cabra, como el Sainte-Maure de Touraine, el Pouligny Saint-Pierre o el Selles-sur-Cher, que acompañado de un vaso de vino local de Chinon, son toda una delicatessen.
Si tenías en mente visitar el Valle del Loira, Chinon es sin duda una parada obligatoria. Te invitamos a que te pierdas por sus calles y nos cuentes lo que has descubierto durante tu viaje. Una última recomendación, ¡no bebas demasiado vino!
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