Aprender historia de la India visitando los lugares más emblemáticos

Viajar a India es algo que hay que hacer como mínimo una vez en toda la vida. Es un país que se odia o se ama y queremos que entiendas el motivo. Contrastes, sensaciones, olores, religión, caos, tranquilidad… una infinidad de sensaciones que merecen la pena vivir, especialmente su norte.

Bombay, la cuna del cine del país

Una ciudad repleta de glamour, con casas de actores y actrices más famosos incluso que los del Hollywood. Además, está la Puerta de la India, desde donde se puede contemplar una impresionante vista del mar Arábigo y su gigantesco arco de más de 26 metros de altura, que por algo se ha convertido en la zona turística más reclamada de este destino.

Otra parada fundamental es el Mahalaxmi Dhobi Ghat, el lavadero municipal al aire libre usado por más de 5000 personas. En este espacio se lavan cada día toneladas de ropa para los hoteles de Bombay que ofrece un espectáculo inigualable y que lleva más de 140 años en funcionamiento. Las vías de la estación del ferrocarril cercanas son el mejor sitio para disfrutar de esta visión.

Agra, la ciudad que alberga el icono de la India

Cómo visitar el norte de la India y no acercarse a ver el Taj Mahal, el símbolo de todo el país y considerado como una de las 7 maravillas del mundo. Situado en la región de Agra, lo mejor que puedes hacer es visitarlo al amanecer. Si quieres seguir con las sorpresas, acércate también hasta el Fuerte Rojo de Agra, considerado igualmente como Patrimonio de la Humanidad y construido antes incluso que la anterior edificación.

Varanasi o Benarés, la ciudad sagrada

Se trata de una de las ciudades más antiguas de todo el mundo y donde vas a poder conocer en primera mano el hinduismo, así como las tradiciones y las costumbres de todo el país. Aquí te vas a encontrar con el río más sagrado e importante de esta ciudad, el Ganges. En él, las personas se bañan para limpiar sus pecados y se trata de uno de los espectáculos más imprescindibles.

Nueva Delhi, la capital de la India

El centro del país es un verdadero desafío para todos los sentidos. Además de poder visitar monumentos y palacios declarados, muchos de ellos, como Patrimonio de la Humanidad, también vas a poder descubrir el caos de esta ciudad.

Para conocer de primera mano la espiritualidad, la arquitectura y la cultura india, tendrás que dar una vuelta por el Templo de Akshardham, el templo más grande de todo el mundo de la religión hindú. No te marches de este punto sin dar un paseo en el popular bicitaxi o rickshaw tirado por hombres. De hecho, si pretendes pasear por los mercados y las calles estrechas de la ciudad, lo mejor es que lo hagas en este medio de transporte.

Jodphur, la ciudad azul

Las casas pintadas de color azul es lo que han dado a esta ciudad su popular sobrenombre y, desde luego, es una de las mejores visitas de toda la India. Descubre este destino desde el Jaswant Thada, el lugar donde fue incinerado el Maharajá Jaswant Singh II y donde también se puede contemplar su impresionante mausoleo.

Jaipur, la ciudad rosa

En esta ocasión estamos hablando de la capital de Rajastán y sus caóticas y bulliciosas avenidas bien merecen un recorrido. Su Palacio de los Vientos forma parte del conjunto de monumentos imprescindibles de conocer en este lugar. Intenta subir hasta alguna de las terrazas situadas en frente del mismo y verás una vista total del mismo.

Jaisalmer, la ciudad de oro

En Rajastán también se encuentra esta ciudad considerada como una de las más bellas del país. Si te gusta caminar, tendrás la posibilidad de realizar una ruta conocida como de los siete havelis jainistas. Una auténtica preciosidad y que se va a convertir en una de tus visitas preferidas.

Ucaipur, la ciudad de los lagos

Relajarse por la orilla de los lagos que hay en Udaipur y especialmente dar un paseo en un barco por el lago Picho, es una auténtica maravilla. Después puedes pasearte por las callejuelas de la ciudad y visitar el complejo más grande de palacios de todo Rajastán: su palacio. Podrás pasear por sus salas, por sus jardines y por sus patios y convertir en una experiencia inolvidable ese momento.

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