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El Estrecho del Bósforo, ubicado en la hermosa ciudad de Estambul, es una maravilla natural que separa dos continentes: Europa y Asia. Dos mundos con una cultura e historia muy diversas y ricas, y que el Estrecho del Bósforo ha mantenido en constante contacto y separación a lo largo de los siglos. Este enclave en Estambul, con una historia rica y fascinante, ha sido testigo de importantes eventos a lo largo de los siglos y hoy en día es un lugar imperdible para visitar en Turquía.
La longitud del Estrecho del Bósforo es de más de 30 kilómetros y su anchura media va desde los 700 metros hasta los 3,7 km. Ha sido un punto estratégico clave desde tiempos antiguos, ya que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara y separa Europa de Asia. Esto ha provocado numerosas guerras y conflictos, pues era y es, una zona importante para ambos continentes, tanto a nivel comercial como estratégico.
Ya desde antaño los atenienses mantuvieron estrechas relaciones con otras ciudades estado que controlaban la zona, porque era un lugar de paso para el grano que los abastecía. Esta situación privilegiada del entorno fue lo que llevo al emperador romano Constantino I en el 330 D.C. a establecer allí la nueva capital del Imperio Romano, creando sin saberlo una escisión, el Imperio Romano de Oriente que perviviría hasta 1453, cuando los restos del este Imperio fueron tomados por los Otomanos.
Un tiempo después, los conflictos no cesaron por su control, y cuando el Imperio Otomano se debilitó, apareció el Ruso en la última mitad del siglo XIX, e incluso fue escenario de enfrentamientos en la Primera Guerra Mundial.
Hoy en día, el Estrecho del Bósforo es un popular destino turístico que atrae a visitantes de todas partes del mundo, y afortunadamente es bastante más tranquilo que antaño. Se pueden realizar cruceros y paseos en barco para disfrutar de las impresionantes vistas de Estambul desde el agua, como el que hacemos en Aularte en nuestro viaje a Turquía, así como para explorar los encantadores pueblos costeros y las antiguas fortificaciones que bordean el estrecho. Es sin duda una experiencia 100% recomendable.
Es uno de los pocos lugares en el mundo donde se puede ver la unión de dos continentes de una forma tan clara.
Hay tres puentes que cruzan el Estrecho del Bósforo, el Puente Boğaziçi, el Puente Fatih Sultan Mehmet y el Puente Yavuz Sultan Selim.
En las noches de verano, se puede disfrutar de un espectáculo de luces y fuegos artificiales mientras se navega por el estrecho.
La corriente del Estrecho suele ir en dirección del Mar Negro hasta el Mar de Mármara, pero durante algunos momentos del año pasa al revés.
Debe su nombre a una leyenda de la mitología griega, donde la hija del dios Ínaco, amante de Zeus, fue transformada en vaca. Su condena era vagar por la tierra hasta que cruzó el Bósforo, de ahí que la palabra Bósforo en griego quiera decir “paso del buey”.
¿Conocías algunas de estas curiosidades? Si estás planeando un viaje a Turquía, no puedes dejar de visitar Estambul y el impresionante Estrecho del Bósforo. Su belleza natural, su importancia histórica y la posibilidad de navegar por sus aguas en uno de los cruceros que se organizan cada día para navegarlo, hacen de este lugar una parada obligada en tu itinerario.
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